¿Por qué? Porque lo primero siempre es lo mismo, el enojo. Lo que primero le pasa a uno es enojarse, es la reacción automática, y no lo digo yo, es algo bíblico.
¿Primero fue la luz? ¡JA! Una de las mentiras de la iglesia moderna, primero fue el enojo. Porque para Dios crear la luz, primero debió pensar "la puta madre, no veo nada". Una vez hecha la luz, otra vez enojo: "¿Para qué quiero luz si no tengo nada para ver?" ¡Zas! El universo de un estornudo (eso explica cómo salió). ¿Ahora de qué se podría quejar? ¡JA! Lo mismo pensaste vos cuando te pusieron cable: "¡Wow! ¡150 canales!". No pasaron 5 días que realizó su mayor creación, algo que cambió el mundo, el primer reality show (millones de años al aire empezando a contar desde el 7º día).
El aburrimiento de Dios se terminó (al menos por ahora, atentos), pero el enojo seguía estando. ¿El primer protagonista qué hizo? Enojarse porque tenía que estar en bolas, ¿Dios que hizo? Como todo, no solucionó su problema, pero le ofreció otra cosa empezando un pequeño ping pong...
- ¡Estoy en bolas!
- Te consigo una mina.
- Genial
- Te cuesta una costilla
- Andá a cag...
- Acordate que viene en bolas
...y se creó a la mujer nomás.
Siempre es primero el enojo, pero así está bien, ¿se imaginan cómo sería el mundo si primero nos alegráramos? Un mundo sin paraguas, ni lamparita, ni electricidad, ni estufas, ni punk-rock (aunque, si lo hubiera, sería muy gracioso), ni zapatos... Todos contentos corriendo en bolas... mmmm... ahora entiendo a qué apunta el optimismo.
A partir de ahora, seré optimista... Si una mina se queja, la pongo en bolas... Si una mina grita, la pongo en bolas... Si la mina es fea, me enojaré oficialmente y chau optimismo.
Por eso digo, primero a enojarse, que así nos va bien...