miércoles, 12 de agosto de 2009

Contra el reloj

¿No les da bronca la dependencia que genera el reloj? A mí sí, por eso trato de alejarme de él lo más que puedo, no es fácil...

El tiempo nos invade, nos absorbe, nos succiona el alma (no sé si para tanto, pero le suma dramatismo). Pero decir que él tiene la culpa sería como culpar al domingo de ser... no, eso ya lo hice... nosotros somos culpables, lo único malo que tiene el tiempo es que está.

¿Qué necesidad? ¿Qué necesidad de esclavizarse a tres agujas? Si no tenemos oportunidad, siempre tenemos las de perder. ¿Cuáles son nuestras opciones? Ellas siempre tienen razón y nosotros somos los que nos atrasamos o nos adelantamos si no las respetamos. Y, para esto último, tienen agentes anti-disturbios para reprimirnos, ¿que quiénes son? La gente puntual.

Sí, esos amigos que tocan el timbre mirando el reloj ("faltan 15 segundos y medio para las 6, no vaya a ser que lo presione para salir y se rompa una pierna en el apuro..."), esas mujeres que si llegás tarde te reprochan y si llegás temprano creen que te olvidaste de hacer algo (tienen muchos nombres, yo las llamo "madres"), los timbres del colegio que te recuerdan que estás llegando tarde porque ya suenan como alarma (y claro, si no estás en el aula cuando sonó, ya empezás a llegar tarde)...

Encima, el sistema se complota con el tiempo... empezaron con esos relojes que funcionan bajo el agua (¿quién se fijaría en el reloj si está sumergido en el agua? la empresa se preguntó lo mismo, y es por eso que esos relojes no sirven bajo el agua), después con los relojes calculadoras, y cuando se dieron cuenta que eso ya no funcionaba, empezaron a ponerle reloj a todo (a la birome, al celular, a la computadora, a los canales de noticias). No hay salvación, vos vas caminando por la calle y si te tratás de resistir a sacar el celular para fijarte la hora, te ponés a buscar en negocios que tengan reloj; pero no cualquier reloj, si el negocio tiene más de un reloj, ninguno funciona...

Es el precio que pagamos por ser tempodependientes, aunque, ¿nos pueden culpar? ¡NO! ¿Qué oportunidad de liberarnos del tiempo tenemos si todos empezamos siendo un atraso?

Es por eso que yo voy a dejar de creer en horarios, todos deberían hacer lo mismo... Si te preguntan a qué hora llegaste, respondé "a la que quería", si te preguntan a qué hora entregaste el trabajo, respondé "justo a tiempo"...

Liberémonos de la opresión del reloj y vivamos la vida a nuestro tiempo, que así todos podremos ser puntuales.

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