Estaba en la computadora, escuchando música en francés (que es mejor que el cine francés pero más aburrida que los besos), cuando dije "voy a calentar agua para los mates". Despreocupado como acostumbro, el domingo abusó de mi distracción y se manifestó en forma de agua hervida... dos veces... Como todo, la primera vez fue culpa del domingo y la segunda de mi boludez.
Se sabe que el mate es el remedio para todo, incluso para el domingo mismo. Dependiendo de su cantidad, el mate sirve para afrontar el estudio, el trabajo, la digestión, etc..
Se sabe que el mate es el remedio para todo, incluso para el domingo mismo. Dependiendo de su cantidad, el mate sirve para afrontar el estudio, el trabajo, la digestión, etc..
Todo, con mate pasa mejor, incluso esta tarde de martes que el domingo me trató de amargar.
Nota: Pequeña primalidad, a partir de ahora "PePe"

Y por qué la culpa es del domingo y no del lunes, que está más cerca del martes y es el día más odiado de la semana?
ResponderEliminarEl domingo es día de desayuno en la cama, de pantuflas, películas en la cama, siesta, de leer el diario y la revista en la cama , de pastas (que si sos hábil y no les ponés mucho tuco, también las podés comer en la cama) y, para los hombres, de fútbol de primera... ¡Viva el domingo resacoso!
En cambio el lunes es una cagada. Hay que levantarse temprano de nuevo, salir a enfrentar a la vida con los ojos pegoteados y la convicción de que no vas a empezar la dieta, ni el gimnasio, ni vas a dejar de fumar como prometiste el domingo antes de volverte a meter en la cama...
Por esto es que, querido primo, a partir de hoy miércoles, día que ni los descuentos en los cines ni los happy hours pudieron hacer interesante, empiezo mi campaña de reivindicación de los domingos con solcito y repudio a los apestosos lunes. ¡He dicho!